La influencia del deporte en la política
Las ex figuras y empresarios exitosos que intentan trascender en la aventura gubernamental.
Es claro desde hace varias décadas que el deporte provee de una plataforma de atención pública muy importante, para que deportistas y empresarios exitosos intenten la aventura política.
De los empresarios podría presumirse que buscan fundamentalmente mejorar sus negocios, a veces de forma directa con el producido por el club o asociación al que colonizaron; o de manera indirecta para hacer contactos rápidos con el poder de turno y trascender sin gastar en publicidad.
Los deportistas exitosos, en cambio, tienen solamente un capital que ofrecer: su éxito deportivo. Se podría suponer con cierto asidero que hará mejor tarea en un cargo político-deportivo quien proviene del deporte, pero lamentablemente en ocasiones esto no ocurre.
A veces impedidos por los bajos presupuestos que se manejan desde las alturas políticas, tanto para el deporte social como para el de alta competencia, y otras simplemente por propia incompetencia o falta de preparación específica. Se coronan tareas olvidables, que en muchos casos solamente les sirven muy personalmente para su crecimiento curricular o económico, pero no para beneficiar al deporte y sus participantes con acciones e ideas novedosas.
En general, desarrollan y terminan su actuación con los mismos bajos o inexistentes estándares de excelencia, que los de aquellos dirigentes que fueran objeto de su crítica y tan alejados de las necesidades reales del deporte contemporáneo, como cualquier puntero político inventado en el cargo.
Mala suerte de Argentina, de creer que no necesita cultivar y encontrar especialistas en este rubro.
* Ex Director Nacional de Deportes.