En un emotivo y festivo evento, el Escuadrón 15 “Bajo Paraguay” se vistió de gala para celebrar el Día del Niño. Las instalaciones, habitualmente dedicadas al servicio y la disciplina, se transformaron en un parque de diversiones donde la alegría de los más pequeños fue la única protagonista.
La celebración, organizada para los hijos y familiares de los Gendarmes que prestan servicio en la provincia, demostró el compromiso de la fuerza no solo con la seguridad, sino también con el bienestar y la felicidad de sus familias. El ambiente fue de total camaradería y calidez, con la presencia de padres y madres que acompañaron a sus hijos en cada actividad.
La jornada comenzó con un delicioso desayuno que incluyó el tradicional chocolate caliente, pastafrola y facturas, un inicio perfecto para cargar energías. A medida que avanzaba la mañana, la plaza de armas se llenó de risas y bullicio.
Los niños se divirtieron sin parar, participando en diversas actividades recreativas y deportivas diseñadas especialmente para ellos. Los castillos inflables y el toro mecánico fueron, sin duda, los grandes atractivos, generando largas filas de chicos ansiosos por probar la adrenalina y la diversión.
Pero no todo fue pura acción. También hubo un espacio dedicado al arte, donde los pequeños pudieron expresar su creatividad con acuarelas y pinturas, creando coloridas obras que reflejaban la felicidad del momento. La música en vivo acompañó la jornada, creando un ambiente festivo y vibrante que contagió a todos los presentes.
El broche de oro de este memorable festejo fue la entrega de juguetes y ropa de regalo a todos los niños, un gesto que les dibujó una sonrisa aún más grande. Este acto final no solo representó un regalo material, sino también un reconocimiento al rol fundamental de las familias en la vida de los Gendarmes.
Esta exitosa celebración fue posible gracias al esfuerzo conjunto de los efectivos del Escuadrón 15 y el personal de la Agrupación VI Formosa. Su trabajo en equipo, junto con la colaboración de Oficiales profesionales en áreas como Educación Física, Sanidad y Trabajo Social, y el invaluable apoyo del Casino de Suboficiales, permitió que cada detalle estuviera cuidadosamente planificado, garantizando una jornada segura y llena de diversión.
El evento no solo fue un agasajo para los niños, sino también un recordatorio de que, detrás del uniforme, hay un gran corazón y un fuerte sentido de comunidad. Una iniciativa que, sin lugar a dudas, quedará grabada en la memoria de las familias de la Gendarmería en Formosa.