viernes, 5 septiembre, 2025
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La Realidad Oculta de las Jubilaciones en Argentina: El Caso de Formosa

La seguridad social en Argentina enfrenta un problema estructural que se refleja en un dato contundente: más del 80% de las jubilaciones de la Anses en algunas provincias se otorgan a través de moratorias. Este esquema, pensado para ser transitorio, se ha convertido en la norma, evidenciando una profunda desconexión entre el sistema previsional y la realidad del mercado laboral, marcada por la informalidad. En este contexto, Formosa se erige como el caso más crítico, con 9 de cada 10 jubilaciones obtenidas por esta vía.


Formosa, el Espejo de una Crisis Social y Laboral

Con una tasa del 90,4%, Formosa lidera a nivel nacional la dependencia de las moratorias previsionales. Este alarmante porcentaje supera a provincias como Chaco (86,6%), Misiones (83,2%) y Corrientes (82%), y duplica la incidencia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (52,4%). La situación es aún más pronunciada entre las mujeres formoseñas, donde el 95,4% de las 30.987 jubilaciones cobradas requirió una moratoria, frente al 81,6% de los hombres. Estos datos no solo señalan la falta de aportes, sino que también revelan una vulnerabilidad histórica de la población femenina en el ámbito laboral.


Las Moratorias: Un Parche a la Informalidad

Las moratorias surgieron en 2005 para permitir a quienes no tenían los 30 años de aportes acceder a un beneficio previsional. Sin embargo, su vigencia prolongada durante 20 años subraya la incapacidad del Estado para resolver el problema de fondo: la informalidad laboral. Según el Indec, en 2024 el plan de blanqueo de la Ley Bases solo logró regularizar la situación de 16.703 trabajadores, apenas el 0,3% de los 5,4 millones de asalariados informales. Este fracaso evidencia que las moratorias, aunque necesarias para evitar la desprotección de millones de argentinos, son solo un parche costoso y temporal a una herida social que no cicatriza.


La Desconexión del Sistema Previsional

La ley jubilatoria está desacoplada del mundo del trabajo. Con un requisito inflexible de 30 años de aportes, no contempla prestaciones proporcionales para quienes contribuyeron por menos tiempo. Esto obliga a la mayoría de los jubilados a depender de moratorias, generando una brecha significativa en los haberes. El haber medio de las jubilaciones con moratoria en mayo de 2025 fue de $367.005, mientras que las sin moratoria alcanzaron los $891.447. Esta diferencia no solo afecta la calidad de vida de los jubilados, sino que también ejerce una presión fiscal insostenible, ya que los recursos para pagar estas prestaciones provienen no solo de aportes, sino también de rentas generales.


Un Desafío Urgente para el Futuro

A pesar de que el plan de la Ley 27.705 finalizó en marzo de 2025, el debate sobre el sistema previsional sigue abierto. Mientras el plan de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) y la moratoria de la Ley 24.476 ofrecen algunas alternativas, la solución definitiva reside en una reforma previsional profundaque contemple prestaciones proporcionales a los años aportados y, sobre todo, en una política de empleo efectiva que reduzca drásticamente la informalidad. Sin un cambio real en el mercado laboral, Argentina seguirá condenada a perpetuar un sistema de jubilaciones basado en la excepción, con Formosa como el ejemplo más claro de la urgente necesidad de acción.

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