La provincia de Formosa ha sido testigo de un alarmante aumento en los siniestros viales con víctimas fatales, a pesar de que el número total de accidentes ha disminuido en comparación con años anteriores. Esta preocupante realidad pone en foco una de las principales preocupaciones de los formoseños: la inseguridad al transitar por las calles, que no obedece a hechos delictivos, sino a la falta de conciencia, la impericia y el desinterés de los conductores.
En una entrevista exclusiva con el programa radial “Exprés En Radio” de FM VLU 88.5, el Director Provincial de Seguridad Vial, Fernando Inchausti, abordó esta compleja problemática, revelando datos estadísticos que reflejan la gravedad de la situación y la necesidad de una responsabilidad compartida entre el Estado y los ciudadanos.
Un panorama estadístico preocupante
«Más allá de que haya menos siniestros viales cada año, estamos teniendo más fallecidos, y eso te dice algo evidentemente,» afirmó el director Inchausti. Sus palabras se sustentan en los datos que expuso durante la entrevista. En lo que va del año, Formosa ha registrado un total de 3.701 siniestros viales, que incluyen heridos de diversa gravedad. Si bien este número es ligeramente inferior al del año pasado (3.170) y significativamente menor al de 2023 (5.096), la cifra de fallecidos ha aumentado.
«Hoy tenemos un conteo, lamentablemente, de 51 personas fallecidas,» detalló Inchausti, comparándolo con las 40 muertes del año pasado y las 62 del año anterior. Esta cifra es especialmente alarmante si se considera que los siniestros más violentos, y por ende más fatales, se están concentrando en las rutas nacionales. «Vemos un incremento de siniestros viales en ruta, y en las rutas donde más siniestros viales tenemos… son las rutas nacionales,» explicó, señalando un aumento del 16% en este tipo de accidentes.
Tres factores clave: el ser humano, la infraestructura y el vehículo
Inchausti explicó que los siniestros viales son el resultado de un conjunto de factores. El principal responsable, con un 90% de incidencia, es «la conducta del ser humano, que muchas veces responde más que nada a la infracción de normas viales.» Este factor humano se manifiesta en la imprudencia, el desconocimiento de las leyes de tránsito y una preocupante «violencia vial,» que refleja la crispación social y el estado de ánimo de los conductores.
El director también hizo hincapié en la importancia de distinguir entre «manejar» y «conducir.» Mientras que cualquiera puede manejar un vehículo, «conducir implica, además de saber dominar un vehículo, también implica saber cumplir con las normas viales.»
Los otros dos factores son la infraestructura vial y el estado de los vehículos. Inchausti fue tajante al denunciar la falta de inversión del gobierno nacional en el mantenimiento de las rutas, lo que convierte a los caminos en una trampa mortal. «Lamentablemente, la decisión del gobierno nacional de retirarse en la inversión del mantenimiento de caminos cobra vida,» sentenció.
La importancia de las prioridades de paso
Un tema recurrente en los accidentes urbanos es el desconocimiento de las prioridades de paso. A menudo, los conductores creen que, por el simple hecho de circular por la derecha, tienen siempre el derecho de paso. Inchausti aclaró que esta regla tiene excepciones y se aplica solo cuando los vehículos llegan a una intersección a velocidades precautorias.
«Es un riesgo muy grande,» reflexionó el conductor del programa. «El control total no lo tenemos, entonces nunca sabemos cuándo alguien va a pasar un semáforo en rojo… tenemos que dudar.» La solución, según Inchausti, es simple pero crucial: «Lleguemos despacio, y cuando lleguemos a la esquina frenemos igual, no importa por dónde vengamos, frenemos igual, miremos, no viene nadie, pasamos y listo.»
Un llamado a la responsabilidad compartida
La seguridad vial es una construcción colectiva. El Estado tiene la responsabilidad del control y el mantenimiento de las rutas, y el ciudadano tiene la responsabilidad individual de ser consciente, prudente y respetuoso de las normas. «La responsabilidad es imprescindible,» concluyó el director, haciendo un llamado a la colaboración de todos los actores.
La tragedia ocurrida en el acceso norte, donde una mujer de 30 años perdió la vida, es un recordatorio de que la inseguridad vial es una amenaza constante. La falta de respeto por las normas, la agresividad al volante y la carencia de una infraestructura vial adecuada se combinan en un cóctel explosivo que, lamentablemente, cobra vidas. El desafío es enorme, pero la solución está en las manos de todos.