En una jornada de tensión y movilización, los gremios judiciales de Formosa salieron a las calles para hacer sentir su descontento y exigir una urgente recomposición salarial. La medida de fuerza, que incluyó un paro parcial y una movilización masiva hacia el Superior Tribunal de Justicia, pone de manifiesto una situación económica insostenible para los trabajadores del sector, quienes denuncian que sus salarios no cubren la canasta básica y que el diálogo con las autoridades es prácticamente inexistente.
«Un ingresante no llega a cubrir la canasta básica»: El reclamo central
En diálogo con el programa radial “Exprés En Radio”, la secretaria general de la Asociación Judicial Formosa, Silvia Oruego, brindó detalles sobre las razones que impulsaron la movilización. Según Oruego, el principal motor del reclamo es la crítica situación económica que atraviesan los empleados judiciales. «Un ingresante del Poder Judicial no llega a cubrir la canasta básica, no llega al millón de pesos, que es lo que siempre ya que ya venimos reclamando desde hace varios meses», afirmó la dirigente.
La funcionaria sostuvo que, a pesar de los aumentos otorgados por el Ejecutivo durante el año, el salario de los trabajadores no ha logrado alcanzar un nivel digno. La incertidumbre sobre una posible actualización salarial por parte del gobierno, que hasta ahora solo son «versiones» sin «nada concreto», agrava la situación. La falta de un salario suficiente, según Oruego, afecta no solo la economía familiar, sino también la capacidad de los trabajadores para desempeñar sus funciones de manera adecuada. «Al estar mal el [sueldo] está todo mal, vos no te concentrás, tenés un montón de situaciones personales con que se te complican», destacó.
«No es que está todo bien»: Un reclamo que viene desde 2024
La movilización, que se pospuso del lunes 9 de septiembre por inclemencias del tiempo, es una manifestación clara de que la paciencia de los trabajadores se ha agotado. Oruego subrayó que el reclamo no es nuevo, sino que se arrastra desde hace tiempo y que el silencio no significa conformidad. «No es que está todo bien, es como que si estamos callados como que está todo bien y no es así», enfatizó la secretaria general.
El gremio también recuerda un antecedente que generó gran malestar entre los empleados: el aumento salarial de 2024, donde los empleados judiciales recibieron un 30% mientras que los funcionarios y magistrados obtuvieron un 250%. «Esa situación quedó ahí latente no se no se resolvió y bueno eso ya quedó así y seguimos con ese con ese reclamo también porque creemos que fue muy injusto», expresó Oruego, demostrando que la lucha por la equidad salarial es una demanda constante.
Diálogo roto y bases movilizadas
Uno de los puntos clave del conflicto es la falta de diálogo con el presidente del Superior Tribunal de Justicia. A pesar de los pedidos de audiencia, la respuesta ha sido únicamente por escrito. «Si bien es cierto nos responden de manera escrita en forma personal no no no hay diálogo por ahora», señaló Oruego. Esta situación ha llevado a que las bases del gremio pierdan la paciencia y exijan acciones más contundentes.
La dirigente aseguró que la movilización no es una decisión unilateral de la conducción, sino que surge de la voluntad de las bases, expresada en una asamblea. «Hoy por hoy las bases también ya es como que se le terminó la paciencia», declaró Oruego, agregando que «lo que hoy estamos haciendo es este surge a través de una asamblea en donde las bases, todo lo que estábamos en esa asamblea, bueno, decidimos este salir pues eh ir eh haciéndonos sentir de una manera más más fuerte».
Próximos pasos: La lucha continúa
El paro parcial, que se extenderá hasta la medianoche de hoy, y la movilización son solo el comienzo de una serie de acciones que los gremios judiciales de Formosa están dispuestos a llevar a cabo. La falta de respuestas concretas y la escalada de los costos de vida, con un segundo semestre sin novedades salariales, alimentan la urgencia del reclamo. «En la medida que más pasa y menos se reclama es como que estamos peor», concluyó Silvia Oruego, dejando en claro que la lucha por un salario justo y un diálogo efectivo continuará hasta que sus demandas sean escuchadas.