La contundente victoria del peronismo en las recientes elecciones de la provincia de Buenos Aires generó un fuerte impacto en el escenario político nacional y especialmente en La Libertad Avanza, espacio liderado por Javier Milei. La diferencia de casi 14 puntos en favor del PJ sorprendió incluso a los analistas más optimistas, que esperaban un triunfo peronista, pero no de tal magnitud.
El historiador y ensayista italiano Loris Zanatta destacó que, aunque había señales de caída en la imagen del gobierno nacional, la magnitud del resultado fue una “paliza inesperada”. Según señaló, “el gobierno iba perdiendo (en su nivel de) imagen” en las semanas previas, pero la derrota fue más marcada de lo previsto.
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Zanatta explicó que a Milei “le faltó la capacidad de reunir al electorado moderado” que lo había votado en las presidenciales para frenar a los kirchneristas. “Alejó de sí mismo a la panza moderada del electorado argentino, que ya no está dispuesto a tragarse cualquier cosa con tal de combatir al peronismo”, sostuvo en Mitre. El académico reforzó su análisis: “Esta polarización política no corresponde a la realidad social. Yo hace 37 años que viajo a la Argentina y estoy convencido de que hay ‘terceras Argentinas’. Hay muchos argentinos que no quieren a los kirchneristas, pero tampoco quieren que la respuesta sea el Milei que hemos visto hasta ahora”.
Tercera fuerza moderadora
El historiador planteó que, frente a este escenario, podría surgir “espacio para una tercera fuerza que modere la polarización argentina”, aunque evitó precisar si esa alternativa podría encontrarse en la llamada liga de gobernadores, agrupados en Provincias Unidas: “Es muy temprano para decirlo, lo estoy observando con atención”, afirmó.
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Zanatta también cuestionó la capacidad de Milei para modificar su estilo de liderazgo tras la derrota: “No sé si está en condiciones de cambiar, porque hasta ahora hizo todo lo posible para impedir toda forma de coalición. ¿Conoce sólo la motosierra y el ataque? ¿Es un destructor o también sabe construir? Yo estoy muy escéptico al respecto”.
Sobre el poder del aparato peronista en Buenos Aires, el historiador reconoció su fortaleza, pero advirtió que gran parte de ese respaldo se basa en la fe y pertenencia de los votantes: “No es solamente clientelismo, para muchos es un sentido de pertenencia que hace que ni piensen en votar otra opción. Si uno tiene una fe, va a votar su fe, aunque lo lleve al infierno”. Finalmente, Zanatta identificó el principal problema del otro lado del tablero político: “La incapacidad de consolidar una alternativa sólida que no caiga en desbordes, que pueda argumentar y llegar a todos, limita la competencia electoral frente al peronismo”, sostuvo.