El subsecretario de Desarrollo Económico, Horacio Cosenza, se refirió a las recientes conmemoraciones del Día de la Industria y el del Agricultor, pilares de una Argentina esencialmente productora y rica en recursos de todo tipo.
Analizando el contexto nacional actual, afirmó que, paradójicamente, “el país parece verse obligado, por las decisiones del Gobierno Nacional, a una ´reconversión´ que lo encamina hacia una economía de libre importación”.
El funcionario sostuvo que, claramente, el equipo de Javier Milei, en un intento desesperado de bajar la inflación y lograr el déficit cero, sin importar a quienes perjudique, ha tomado medidas macroeconómicas que se publicitan como positivas, pero que impactan negativamente en la vida de los trabajadores, las PyMEs e incluso las grandes empresas, las cuales enfrentan serias dificultades debido a la drástica caída del consumo. Esta situación provoca, mes a mes, el cierre de negocios, reducción operativa, ofertas de retiros voluntarios y despidos, lamentó.
Hasta el momento, las políticas implementadas a nivel nacional no han logrado revertir la crisis. Un claro ejemplo es el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Según su primer informe oficial, de los 19 proyectos presentados (por más de USD 30.000 millones), solo siete fueron aprobados, por un total de USD 13.067 millones. La distribución de estas inversiones es abrumadoramente favorable a los sectores extractivos: minería (63%) y petróleo (32%), mientras que energías renovables, biocombustibles, siderurgia e infraestructura portuaria se reparten un magro 5%, puntualizó.
La promesa de generación de empleo de estos proyectos –unos 6000 puestos directos y 20.000 indirectos– es deprimente frente a las cifras del mercado laboral, planteó. De acuerdo con el último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desde diciembre de 2023 hasta junio de 2025 se han destruido 189.608 puestos de trabajo registrados, a un ritmo de 334 por día. Los sectores más castigados son la construcción, con una pérdida de casi 62.000 puestos, y la industria manufacturera, con 35.300 despidos.
Por otro lado, los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta la fecha tampoco brindaron alivios, siendo que la historia con el organismo siempre estuvo vinculada a una caída del crecimiento y a la suba del desempleo debido a las exigencias impuestas.
Otro componente a considerar es el de la importación indiscriminada de todo tipo de productos, que compite de forma desleal con la producción nacional; y los tarifazos en servicios de energía y combustibles, que encarecen aún más los costos operativos.
En este contexto, la presentación del presupuesto 2026 en cadena nacional, basado en proyecciones de inflación y tipo de cambio a largo plazo, es al menos poco creíble.
En contraposición, Cosenza comparó el panorama nacional con la provincia, donde se vienen ejecutando políticas activas de apoyo al sector productivo e industrial, que permiten acompañar con diferentes acciones que van desde capacitaciones, asistencias técnicas, hasta la posibilidad de acceder a créditos, subsidiados por el Banco Formosa o por el Consejo Federal de Inversiones (CFI); como así también las políticas de orden institucional en todas sus áreas: educación, salud, seguridad, infraestructura y política salarial.
Además, aseguró que “esto solo se logra cuando hay un Estado presente, con una firme decisión política como la que mantiene el gobernador Gildo Insfran, quien desde hace varios años y aún bajo las peores adversidades se ha mantenido al lado de su pueblo”.
Por último, destacó la nueva Constitución Provincial, recientemente sancionada por los constituyentes, quienes trabajaron arduamente para lograr una Carta Magna moderna y acorde a los tiempos que se viven.