Una noche de terror y violencia política sacudió el barrio Salvador Gurrieri, ex Lote 111 de Formosa Capital, durante la madrugada del pasado sábado. Una familia, dedicada a una labor social apolítica en la comunidad, denunció que su vivienda fue incendiada intencionalmente. El hecho, que ha generado una gran preocupación y consternación, se habría perpetrado como una supuesta represalia por no alinearse con una determinada corriente política, según el testimonio de la víctima.
El programa radial “Exprés En Radio” FM VLU 88.5 dialogó con Marcelo Cardozo, vecino del barrio y víctima del incendio, quien relató los escalofriantes sucesos y la escalada de violencia que, según él, culminó en el ataque a su hogar.
Un merendero apolítico, el detonante de la violencia
Marcelo Cardozo, un artesano de profesión, explicó que el conflicto se originó a partir de su trabajo social en el barrio, un esfuerzo que, según subraya, es apolítico y se mantiene al margen de cualquier afiliación partidaria. Desde hace ocho años, su familia gestiona el merendero “Una sonrisa con esperanza”, un espacio que ofrece asistencia alimentaria, ropa, educación y contención a niños en situación de vulnerabilidad.
«Simplemente tratamos de dar una mano, de contener y dar cariño, dar alimentos y ver las necesidades básicas de los chicos en el barrio», afirmó Cardozo, y añadió que este proyecto se mantiene con el apoyo de «gente de buen corazón dispuesta a querer ayudar». Según su testimonio, el hecho de que el merendero no sea «dominado políticamente» ha despertado un «cierto resentimiento» en grupos que buscan controlar el manejo de este tipo de iniciativas.
Persecución sistemática y amenazas previas
El vecino relató que la falta de alineación política de su familia ha provocado una persecución sistemática a lo largo de los últimos tres o cuatro años. La situación se agravó recientemente, tras un operativo de entidades nacionales en la plaza del barrio, al que Cardozo acudió junto a su familia «en calidad de ciudadanos» para realizar trámites para una sobrina con discapacidad y su hija.
Fue en ese momento cuando fueron «individualizados» por una referente de una agrupación política, y sufrieron un ataque. «Ellos metieron la política y problemas personales, mezclaron todo, y mi familia desde ahí empezó a sufrir agresión», explicó Cardozo.
El episodio en la plaza sirvió como prólogo a una serie de ataques. Según el relato de Cardozo, a partir de ese incidente, la agresión se intensificó con «piedrazos», «cacotazos», e «insultos» contra su familia y su hogar. El vecino asegura que «todo está filmado» y que realizó tres denuncias previas en el Juzgado Contravencional N°4, pero la persona denunciada, en lugar de desistir de su accionar, se volvía «más y más agresiva».
El ataque final: “Esto para mí es un intento de homicidio”
El climax de la escalada de violencia se vivió la madrugada del sábado, cuando una persona, identificada como Camila Zampa, presuntamente “roció parte de mi casa con nafta”. «Es eso está calculado, porque lo hizo de madrugada, cuando todos duermen, cuando mis hijos dormían», aseveró Cardozo.
Gracias a que el humo despertó a su esposa, lograron advertir el fuego a tiempo y, con la ayuda de los vecinos, apagar las llamas. Sin embargo, una parte de la vivienda se consumió. “El incendio comenzó en el frente y se expandió por toda una cortina y tomó parte de de unos muebles que estaban ahí que eran donde los chicos se sentaban para estudiar”, detalló.
El humo inhalado por Cardozo fue tan intenso que tuvo que ser asistido, pues sufrió una obstrucción en la garganta y una alta concentración de monóxido de carbono en la sangre. Con la voz quebrada por la emoción, el afectado calificó el ataque como un «intento de homicidio».
«No hay forma de entender esta locura», comentó el periodista Daniel Moreira Vieira. La víctima denunció la contradicción de los atacantes que, supuestamente, reclamaban derechos para personas con discapacidad, mientras atacaban el hogar donde vive su sobrina con discapacidad.
Falta de asistencia gubernamental y lentitud de la justicia
A pesar de la gravedad de los hechos, Marcelo Cardozo denuncia la falta de asistencia por parte de las autoridades gubernamentales. «Ningún tipo de autoridad nos dio asistencia psicológica o de asistencia después de haber vivido lo que vimos», afirmó, y agregó que «nadie de parte del gobierno se acercó a preguntarnos qué nos falta».
Por otro lado, Cardozo agradeció la labor de la policía y los bomberos, pero criticó la lentitud del proceso judicial. La presunta responsable del incendio, Camila Zampa, se encuentra prófuga. Aunque los vecinos alertaron a la policía de que la sospechosa se había refugiado en la casa de su madre, las fuerzas de seguridad no pudieron ingresar al domicilio por no contar con una orden de allanamiento.
«No hubo esa celeridad por parte del juzgado que corresponde», lamentó. Cardozo informó a las autoridades que la mujer huyó en una moto con un hombre en la madrugada del domingo. «Ahora que está libre, no sabemos dónde está, puede estar esta noche o mañana de vuelta a mi casa, por lo que yo responsabilizo o pido al juzgado que tome la celeridad necesaria para que esta gente sea detenida», sentenció.
La denuncia por el incendio recayó en el Juzgado Penal N°6, mientras que la agresión previa en la plaza está en el Juzgado N°5. Ante la inacción de la justicia, Cardozo expresó su preocupación por la seguridad de su familia: «¿Quién me garantiza a mí, señor Daniel, que mañana no venga a terminar lo que comenzó? Porque está libre y la amenaza sigue».
Al finalizar el diálogo, Cardozo reiteró que su familia no es “política”, sino que son “laurantes” que creen en una sociedad ordenada por leyes. «Yo voy a la justicia y pido que la justicia haga su trabajo porque creo en una sociedad ordenada por leyes y ahora espero que esa justicia me garantice a mí que mi familia y yo podamos seguir con nuestra vida», concluyó.