sábado, 4 octubre, 2025
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Formosa registró la menor suba de ventas en Supermercados a nivel país

En una nota periodística detallada y profunda, se analizan los datos económicos recientes que definen el complejo panorama de la provincia de Formosa, basándose en la información del programa radial «Una Cuestión de FEr«, conducido por Fernando López. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) revelan una realidad preocupante que impacta directamente en el poder adquisitivo de los formoseños y en la dinámica económica regional. La nota explora con mayor extensión y análisis los factores que contribuyen a este escenario, desde el bajo consumo hasta el impacto de las políticas nacionales y el costo de vida.


El informe oficial del INDEC ha puesto a Formosa en el centro de la atención económica al registrar un crecimiento en las ventas de supermercados de solo 25,5% durante el mes de julio. Esta cifra no solo es la más baja de todo el país, sino que también queda significativamente rezagada frente al promedio nacional del 29,6%. A modo de comparación, provincias como Neuquén (39,3%) y Catamarca (36,9%) han mostrado un dinamismo mucho mayor, evidenciando una brecha considerable en el ritmo de consumo. Fernando López señaló que, «si bien es cierto que subió la venta en los supermercados, el panorama se oscurece al descontar la inflación, lo que demuestra que Formosa fue la provincia con el menor aumento real en las ventas».


El consumo per cápita y el escaso movimiento económico

El análisis profundiza en los datos de consumo. Las ventas totales en los supermercados de Formosa alcanzaron los $10.300 millones, una cifra que representa apenas el 0,5% del total nacional. Este porcentaje mínimo refleja la limitada participación de la provincia en la economía del sector. Uno de los indicadores más alarmantes es el consumo per cápita, el cual promedia las compras en supermercados por habitante. Con un gasto de $16.480 por persona en julio, Formosa se posiciona como una de las provincias con menor consumo, superando únicamente a Tucumán ($11.495). Esta baja cifra no es un dato menor, ya que subraya la falta de poder de compra y la dificultad de los formoseños para cubrir sus necesidades básicas.


La economía local en jaque: el impacto de la suspensión de pensiones

Uno de los factores que ha profundizado esta crisis de consumo es la suspensión de beneficios de pensiones no contributivas. El informe detalla que cerca de 16.000 pensionados vieron sus pagos interrumpidos, lo que generó un agujero de $4.640 millones de pesos en la economía provincial. Esta inyección de dinero, que solía destinarse casi por completo al consumo diario de alimentos y bienes de primera necesidad, dejó de circular de forma abrupta. «Esta plata va toda a consumo, esto no es ahorro», enfatizó el conductor radial, destacando que el impacto de esta medida se siente directamente en los comercios de barrio, farmacias y, en general, en el sector minorista. La dinámica económica de Formosa, dependiente en gran medida de los ingresos externos provenientes de la coparticipación federal, se ve gravemente afectada cuando se cortan estos flujos de dinero. Este golpe financiero, que dejó de circular durante al menos dos meses, es una de las principales causas de la caída del consumo.


El alto costo de vida y el dilema del salario formoseño

La nota periodística también aborda el dilema del alto costo de vida en la provincia. Una consultora privada, Analítica, reveló que la canasta básica alimentaria para una familia tipo en Formosa asciende a $724.000, la más cara de toda la región NEA. Este dato es crucial para entender el poder adquisitivo de los formoseños. Para un pensionado, este monto es inalcanzable, ya que necesitaría casi tres de sus beneficios para poder cubrirlo. Para un empleado público con un piso salarial de $800.000, la situación es apenas mejor: «le sobran apenas $70.000 para pagar luz, transporte, vestimenta y otros servicios», un monto claramente insuficiente.

La situación se vuelve aún más crítica al considerar que los salarios del sector público, que sustentan gran parte de la economía provincial, se han mantenido congelados desde junio. La falta de incrementos salariales frente a la creciente inflación coloca a los formoseños en una posición de vulnerabilidad, obligándolos a hacer «malabares» para cubrir sus necesidades básicas. «Un kilo de asado, por ejemplo, es muy difícil conseguirlo por menos de $10.000«, detalla la nota, ejemplificando cómo el precio de productos esenciales empuja a la gente a comprar alternativas más económicas, como el pollo.


Una mirada al futuro: síntomas de recesión

El panorama económico de Formosa, reflejado en los datos de consumo y el alto costo de vida, es un claro síntoma de una recesión que ya se está sintiendo con fuerza en todo el país. La caída de las ventas en supermercados en julio es la peor desde diciembre de 2023, lo que sugiere una profundización del declive económico. La nota concluye con una perspectiva de incertidumbre, señalando la necesidad de esperar los datos de agosto y septiembre para evaluar el impacto total de la situación. «Esto es lo que pasa en las estadísticas», finalizó Fernando López, «una estadística que uno tiene que mirarla y que tiene que ver lo que está pasando y lo que está ocurriendo en esa dinámica de consumo». El panorama es desafiante y requiere un análisis constante de cómo los ingresos, los salarios y las políticas gubernamentales influyen en la vida diaria de los formoseños.

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