domingo, 9 noviembre, 2025
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El Verdadero Templo de Dios en el Camino Sinodal: Reflexiones de Monseñor Conejero Gallego en Formosa

El Obispo de Formosa teje la actualidad de la Iglesia Argentina con la perenne verdad de Cristo, único Mediador, y la llamada a la conversión en una sociedad polarizada.

El domingo 9 de noviembre de 2025, la Catedral de Formosa fue el punto de encuentro y reflexión profunda para la comunidad diocesana. En la Misa de las 8 hs, Monseñor José Vicente Conejero Gallego ofreció una «Homilía del Monseñor Conejero Gallego» que no solo conmemoró la liturgia del día —la dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán—, sino que también desgranó los frutos de la reciente Asamblea Episcopal y abordó temas de la doctrina mariana que suscitaron debate. Su mensaje fue un llamado contundente a centrar la vida cristiana en Cristo, el verdadero Templo, y a vivir la sinodalidad como un proceso de conversión auténtica.


🤝 La Fraternidad Episcopal y el Discernimiento en Clave Sinodal

La homilía se abrió con una sincera acción de gracias: «Queridos hermanos, quiero comenzar dando gracias a Dios y a todos ustedes, a todo el pueblo que peregrina en Argentina, porque todas las comunidades de las iglesias particulares, las diócesis, han rezado por la 127ª Asamblea de la Conferencia Episcopal, llevada a cabo desde el lunes hasta el viernes de la semana pasada». El obispo de Formosa destacó que el encuentro de los Obispos ha sido «muy fraternal y esperemos que sea también provechosa y fructífera».

Profundizando en el espíritu de la reunión, Monseñor Conejero Gallego explicó el núcleo del desafío actual de la Iglesia: «Como obispo, pues, nos hemos reunido en el nombre del Señor para participar y compartir los desafíos en este tiempo que nos toca vivir de una iglesia sinodal en la que nos encontramos». Este camino sinodal, insistió, «requiere el silencio, el saber escuchar a todos, para poder discernir la voluntad de Dios». La figura de la Santísima Virgen María se erige aquí como modelo de docilidad a la voluntad divina. El documento final de la fase de implementación del sínodo es una clara «llamada a la conversión personal, a la conversión de las relaciones, de los vínculos, de los procesos, y también procurar ser transparentes con recta intención».

Este proceso de discernimiento se concretó en la reunión mediante el método de «la conversación en el espíritu», una modalidad de «escucharnos todos para discernir, como decía, la voz y lo que el Espíritu de Dios quiere para nosotros aquí y ahora».


📱 La Misión en la Encrucijada de las Redes Sociales

Un tema crucial abordado en la Asamblea fue la evangelización en el entorno digital. El Monseñor compartió que «Hemos escuchado también a los jóvenes que han estado presentes para hablarnos de los nuevos lenguajes de las redes sociales, a fin de que también se puedan utilizar todos los medios tecnológicos para proclamar y anunciar la buena noticia del reino de Dios, ya que la iglesia sinodal tiene por finalidad la misión».

En un contexto social complejo, la misión de la Iglesia se vuelve urgente. El obispo señaló la necesidad de utilizar estos «medios nuevos tecnológicos para anunciar y proclamar, para predicar la buena noticia del reino de Dios, que es Jesús, y los valores del Evangelio» en una sociedad que a menudo se encuentra «un poco confundida, no un poco, a veces de más de la cuenta también, confundida, polarizada por las ideologías, por la política, y hay que serenarse, guardar el silencio necesario para discernir adecuadamente».

El encuentro de los obispos culminó en el Santuario de la Patrona de Argentina: «finalizamos nuestro encuentro, como lo habrán podido ver algunos por las redes, en la Basílica de Luján, el pasado viernes, celebrando la Eucaristía a los pies de la Madre, nuestra patrona del pueblo argentino, con mucha alegría y gozo, y pidiendo siempre la intercesión de aquella que es abogada, causa de nuestra alegría, auxilio de los cristianos».


🕊️ Clarificación Mariana: La Polémica de los Títulos y la Unicidad de Cristo

Monseñor Conejero Gallego no eludió la reciente controversia doctrinal suscitada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. «Esta semana también ha habido, por las redes se puede apreciar, un poco de polémica en orden a un documento que ha publicado la doctrina, el Dicasterio de la Doctrina de la Fe, acerca de si es adecuado o no denominar a María como Corredentora o Medianera».

Con serenidad y solidez teológica, el obispo minimizó el impacto devocional de la discusión: «Bueno, esto ni quita ni pone, es decir, nuestra comprensión, sabemos que María es Madre de Dios, es causa de nuestra alegría». La razón fundamental para evitar ciertas denominaciones se encuentra en razones «pastorales, ecuménicas» y en la verdad central de la fe: «obviamente nosotros sabemos que el único mediador entre Dios y los hombres es Jesús, es el Señor».

Reafirmó, no obstante, las verdades dogmáticas marianas: María es «inmaculada desde la concepción que adentro de un mes celebraremos esa fiesta, el próximo 8 de diciembre, y es también, verdad, elevada en cuerpo y alma al Cielo, como hemos recordado también el pasado primero de noviembre, Solemnidad de todos los Santos». Concluyó el punto invitando a la obediencia eclesial: «Bien, como digo, no hay que discutir, si no es muy adecuado denominarla con Redentora, porque el único Redentor es Cristo y es el mediador, pues acataremos esto, verdad, siempre por el bien de los demás».


🏡 La Morada de Dios: De Letrán al Corazón del Bautizado

El eje central de la homilía se conectó con la celebración del día: «hoy 9 de noviembre, que cae en domingo, es la dedicación de la Basílica del Redentor, también llamada de San Juan de Letrán, que es la Catedral del Papa en Roma», un templo que es «madre de todas las iglesias».

Sin embargo, el Monseñor guio a los fieles más allá del significado histórico-arquitectónico. El «lo importante es descubrir el significado del templo, que es la morada de Dios entre nosotros». Recordó que, en tiempos de Jesús, el Templo de Jerusalén se había convertido en «un mercado» y que Jesús, al expulsar a los mercaderes, lo purificó.

El punto de inflexión teológico fue la afirmación de la primacía de Cristo: «Digo que lo importante es redescubrir Cristo Jesús, es el templo de Dios, su cuerpo, de verdadero Hijo de Dios y verdadero hombre, es la presencia de Dios en la humanidad». Por nuestro bautismo, enfatizó, participamos de esa presencia: «somos templos del Espíritu Santo, de ahí la infinita dignidad de todo ser humano, creado imagen y semejanza de Dios, y máximo, que nos somos miembros del cuerpo de Cristo, de la iglesia, por el bautismo».

A partir de la Primera Lectura de Ezequiel, que habla del agua que fluye y «sanea las aguas que están corrompidas», el obispo lanzó una interpelación pastoral a la comunidad: «Nos interpela, por tanto, esta palabra de Dios, que acabamos de escuchar, para que nuestras comunidades cristianas, que son el verdadero lugar de la presencia de Dios en medio del mundo». Advirtió contra el riesgo de ver los templos «como lugar solamente, no sé, de venta de pollo, de rifas, de locro y tantas cosas, bueno, no solamente es eso, es sobre todo el lugar de oración, del encuentro con Dios, y por tanto, de construir la fraternidad y la comunión entre nosotros». El verdadero anuncio debe ser «más con el testimonio, que con nuestras buenas obras, que con las palabras».


🗺️ Unidad y Misión de Esperanza

Monseñor Conejero Gallego concluyó su homilía resaltando la unidad esencial de la fe: «el Obispo de Roma es quien preside en la caridad a todas las iglesias del mundo». Toda iglesia particular, incluida la de Formosa, «contiene los elementos esenciales, pero a la vez, está abierta, porque es católica, y católica quiere decir universal».

La contemplación de estas «verdades teológicas, de fe, de esperanza, sobre todo de caridad, de comunión», es una invitación a ser «discípulos misioneros de Jesús, a dar testimonio del amor de Dios, de esperanza, a todos aquellos que dudan, o aquellos que viven en el mundo, y están decepcionados, o sin la esperanza en la vida eterna».

La Eucaristía, «fuente y culmen de la vida cristiana», es el medio para comunicar esta fe «con alegría y con esperanza». La homilía cerró con una invocación a la Madre de Dios: «pedimos a la Virgen María, que ella siga siendo protectora, auxilio, causa de nuestra alegría, que así sea».


La profundidad y actualidad del mensaje de Monseñor Conejero Gallego ofrecieron a los fieles de Formosa una brújula clara para navegar los desafíos de la fe en el siglo XXI, anclados en la certeza de Cristo, el único Mediador y el Templo vivo de Dios.

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