La entrevista realizada por “Exprés En Radio” a Eduardo Chávez Molina, investigador del Instituto Gino Germani (UBA), tras la publicación de su reciente informe sobre la crisis de ingresos, se convirtió en una radiografía detallada de la precarización laboral y la insuficiencia salarial en Argentina. El estudio no solo encendió alarmas, sino que proveyó cifras concretas que desafían la noción tradicional de estabilidad laboral, incluso dentro del sector formal.
Fuentes Oficiales y Contexto Temporal: La Rigurosidad del Análisis
Chávez Molina inició su exposición subrayando la solidez metodológica de la investigación, basada en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, una “base de datos oficial” con la que el Instituto Germani trabaja en profundidad. Es crucial destacar que los datos analizados corresponden al “primer semestre de este año”, lo que permite evaluar el impacto de los primeros 18 meses de gobierno.
“Son datos de la encuesta permanente de hogares del INDEC, o sea, son datos oficiales. Es la base de datos que el INDEC generalmente difunde y nosotros trabajamos con mayor profundidad, además de los informes técnicos que ellos elaboran. […] Es el primer semestre de este año, es eso lo último publicado, o sea, los datos de agosto para acá no los tenemos, no están.”
Esta limitación temporal subraya que la situación actual, con picos inflacionarios posteriores, podría ser aún más crítica que la reflejada en el informe.
La Composición Regresiva del Empleo: Un Cambio Estructural
El investigador ahondó en el concepto de “recomposición regresiva”, identificándolo como un proceso de transformación del mercado laboral que favorece la inestabilidad en lugar de la calidad del empleo.
El principal motor de crecimiento del empleo no es el sector formal con derechos plenos, sino categorías vulnerables:
- Creación de Empleo Precario: “Nueve de cada 10 empleos que se están creando en la Argentina tienen estas características. Cuentas propias precarios, asalariados informales, es decir, que no pagan contribuciones a futuro, que tiene que ver con las pensiones, las jubilaciones, etcétera.”
- Destrucción de Empleo Formal: Como contracara de esta recomposición, se registró la pérdida de “407.000 puestos de trabajos asalariados formales”.
“Tenés un proceso de transformación, pero este proceso de transformación se basa principalmente en el crecimiento de empleo precario, consolidando lo que nosotros llamamos recomposición regresiva.”
La Crisis de Ingresos Detallada: El Millón de Pesos como Umbral de la Precariedad
El dato más impactante sobre la crisis de ingresos es la vasta mayoría de ocupados que se encuentran por debajo del umbral del millón de pesos.
- Alcance de la Insuficiencia Salarial: “Siete de cada 10 ocupados cobra menos de 1 millón de pesos.” En términos porcentuales, esto equivale al “72%” de la población trabajadora.
- El Salario Mínimo y la CBT: La Canasta Básica Total (CBT), utilizada para determinar la línea de pobreza, alcanzaba aproximadamente $1.200.000 en el período analizado. Esto significa que la gran mayoría de los trabajadores, incluso teniendo un empleo, están por debajo del costo de vida de una familia promedio.
Chávez Molina explicó que la razón por la que el nivel de pobreza individual no se correlaciona exactamente con el 72% de trabajadores con bajos ingresos, radica en el “esfuerzo de obtención de ingresos” a nivel del hogar: “cónyuges, hijos, etcétera, que van aumentando o agregando ingresos al interior del hogar para evitar una situación de pobreza.” Esta presión sobre el grupo familiar actúa como un dique de contención para una pobreza aún más masiva.
El Trabajador Formal en la Pobreza: El Desmoronamiento de la Seguridad Social
Uno de los hallazgos más graves es el colapso de la noción de seguridad que históricamente brindaba el empleo formal.
- Consolidación del Fenómeno: El fenómeno del trabajador pobre se “consolida” de manera dramática: “Hoy uno de cada cinco trabajadores formales, es decir, que aportan a la jubilación, están en situación de pobreza.”
- Cifra Exacta: El 19,3% de los trabajadores con aportes y contribuciones se encuentra en la línea de pobreza.
“Si yo estoy trabajando todo el día y más encima con mis aportes, con este mis contribuciones, etcétera, yo no debería ser pobre, no debería haber ninguna persona que trabaja estar en esta condición de pobreza.” Este señalamiento del investigador enfatiza que el sistema económico ha fallado en garantizar el principio básico de que el trabajo a tiempo completo debe ser suficiente para vivir dignamente.
Las Estrategias de Supervivencia: Una Vida de Esfuerzo Constante
Las bajas remuneraciones obligan a los ocupados a adoptar estrategias de supervivencia que erosionan la calidad de vida:
- Pluriempleo (Doble trabajo y Changas): Definido como el “término técnico para decir cuando uno tiene dos lauros o tiene un lauro y changas”. Estas “changas” incluyen actividades como venta de productos, reparto, o atención de kioscos nocturnos, evidenciando que el tiempo libre es sacrificado por la necesidad económica.
- Sobreocupación y Explotación: El aumento de horas trabajadas por encima de la jornada legal. En sectores como el textil, esta sobrehora “no se paga”, constituyendo un “trabajo forzoso” ya que la aceptación de estas condiciones es impuesta para mantener el puesto laboral.
Pobreza Frágil e Informalidad: La Explicación de las Expectativas de Ingreso
El informe también introduce el concepto de “pobreza frágil”, impulsada por el crecimiento de la informalidad. Si bien el índice de pobreza, tras el pico del 55%, se ubica en 31,8% a julio, esta reducción se explica por la dinámica de los ingresos informales, principalmente en la rama de comercio.
Chávez Molina ofreció dos hipótesis para entender por qué los ingresos de los informales parecen comportarse con mayor rapidez que los de los asalariados:
- Memoria de Ingresos: Los trabajadores con ingresos variables son más propensos a “acordarse mejor de los ingresos” en épocas de alta inflación.
- Transmisión de Expectativas: En muchos países latinoamericanos, “trabajadores informales que venden y comercian productos pueden transmitir sus expectativas de ingreso con mayor rapidez que un asalariado.” El asalariado, en cambio, puede ver sus expectativas de mejora salarial insatisfechas permanentemente.
El Emprendedurismo: ¿Libertad o Caída Forzosa?
Al analizar la narrativa positivista del emprendedurismo, el investigador planteó que la transición del asalariado formal a la actividad por cuenta propia no siempre es una “caída” forzosa. Algunos buscan “libertad de la disciplina, el disciplinamiento laboral,” o mejores ingresos.
Sin embargo, en este contexto de crisis, muchos son empujados a la independencia por la necesidad.
El análisis de las franquicias es clave en este punto. En grandes ciudades, “más del 50% de las unidades económicas son franquicias”. Este modelo atrae por su relativa “estabilidad” y la baja barrera de conocimiento.
“La paradoja de la franquicia es que yo no necesito saber nada. Con tener dinero puedo montar una pizzería Kentucky, un helado Grido, etcétera.”
Las franquicias se presentan como una opción de inversión para quienes huyen de un empleo asalariado que no cubre sus necesidades o donde los “niveles de productividad son bajos o las expectativas de ganancia del empresario son mayores a la posibilidad de distribuir al interior de sus trabajadores.” Este sistema permite «restringir ingresos» a cambio de garantizar «estabilidad» económica.
El detallado análisis del investigador Eduardo Chávez Molina no solo proporciona cifras, sino que explica la complejidad de las transformaciones laborales y sociales que hoy condenan a casi la mitad de la fuerza de trabajo a la precariedad y a la otra mitad a un esfuerzo de supervivencia constante.
