sábado, 27 diciembre, 2025
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Formosa es la jurisdicción del país con la factura eléctrica más baja

Fuente: Elaboración propia en base a datos del IIEP UBA-CONICET.

Desde la consultora Politiké explicaron que, tomando como fuente el Reporte del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la UBA-CONICET, se analizaron las tarifas eléctricas de las jurisdicciones que integran la República Argentina.

Allí se observó el valor de las facturas eléctricas (con impuestos y sin descuentos) para un consumo de 265 kwh/mes para los niveles de ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3).
Los resultados muestran que la factura promedio en el país para un hogar de ingresos bajos es de $45.912 mientras que para un hogar de ingresos medios asciende a $53.420. Al desglosar los datos por provincia, se distinguió que Formosa es la jurisdicción del país con la factura eléctrica más baja para ambos niveles de ingreso, con valores de $15.389 (N2: Ingresos Bajos) y $20.153 (N3: Ingresos Medios), a valores de diciembre de 2025.

A nivel nacional, Formosa se ubica en el primer lugar entre las provincias con tarifas más bajas. Esta situación se debe, en parte, a la existencia del subsidio “Esfuerzo Formoseño”, que beneficia al 90% de los usuarios de las categorías N2 y N3. Este subsidio cubre el valor agregado de distribución (VAD) de la energía eléctrica, un componente de la factura determinado por el Gobierno Nacional.

En el caso de los hogares N2, el VAD representa el 29% de la factura total, por lo que el usuario solo paga $10.926,19 aproximadamente. De esta manera, queda en evidencia el impacto positivo de los subsidios aplicados a los sectores más vulnerables frente al constante aumento del precio de la distribución de la energía eléctrica impuesto por el Gobierno Nacional, posicionando de esta manera a Formosa como la provincia con la tarifa eléctrica más baja del país.

Los ajustes en el gasto público para mantener el superávit fiscal y financiero

Durante el mes de noviembre del 2025, de acuerdo a los datos de la Oficina Nacional de Presupuesto y al Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el Sector Público Nacional (SPN) registró un superávit fiscal primario de $2,13 billones, mientras que, al pagar los intereses de la deuda (unos $1,53 billones), el resultado financiero reflejó un saldo positivo para el SPN de $0,60 billones.

Además, se registraron ingresos por $11,4 billones y erogaciones por $9,27 billones. Esto demuestra que el ajuste en el gasto público por parte del actual Gobierno Nacional sufrió una reducción del 18,9% mensual en términos reales y 14,2% interanual.

Al analizar los rubros donde más disminuyó el gasto público, se evidenció que las Prestaciones Sociales sufrieron una baja del 10,6% i.a. que contiene partidas destinadas a jubilaciones y pensiones no contributivas, así como también a programas destinados a los sectores más vulnerables como las Becas Progresar, Tarjeta Alimentar y Potenciar Trabajo.

Como punto importante a destacar se debe mencionar también el fuerte ajuste y desfinanciamiento en el sector educativo, ya que las transferencias a las Universidades Nacionales experimentaron una caída del 95,5% en comparación con noviembre del 2024.

También es necesario mencionar el desfinanciamiento a la educación técnico profesional, con el recorte histórico realizado por el actual Gobierno del presidente Javier Milei para el año 2026, que implica una caída acumulada del 93% respecto a lo ejecutado en 2023 en el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional (FoNETP).

Este ajuste se explica dentro de un recorte mucho mayor, ya que en el Presupuesto 2026 la Función Educación y Cultura presenta una caída del 47,3% respecto a lo ejecutado en 2023. Estas decisiones de la gestión nacional muestran un panorama ya conocido, el ajuste en áreas sensibles como educación y programas de contención social, con el objetivo de mantener un superávit que no se traduce en mejoras para la vida diaria de los argentinos.

Fuente: Elaboración propia en base a los datos del Centro de Economía Política Argentina.

Actividad económica

Según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) publicado por el INDEC, la economía argentina continúa mostrando señales de fragilidad. En octubre, la actividad registró una contracción mensual del 0,4%, en línea con el estancamiento observado durante el tercer trimestre y fuertemente condicionada por la tensión financiera, que afectó decisiones de inversión, consumo y producción.

Si bien el índice general del EMAE alcanzó en septiembre los 152,8 puntos —lo que representa un crecimiento del 3,2% interanual frente a octubre de 2024 y del 3,5% respecto de octubre de 2023— este desempeño agregado oculta una situación heterogénea entre sectores.

Los rubros con mejoras superiores al 10% apenas representan el 8,1% del empleo privado registrado, mientras que las actividades que muestran un deterioro respecto de 2023 concentran el 36,7% del empleo, lo que profundiza el riesgo de más despidos en un contexto donde ya se perdieron más de 250.000 puestos de trabajo desde la asunción del presidente Milei.

Entre los sectores que explican la caída mensual se destacan tres actividades clave. La industria manufacturera se contrajo 2,7% interanual, afectada por la sustitución del consumo hacia bienes importados, el aumento de costos y un menor uso de la capacidad instalada, que descendió al 61,0% frente al 63% de 2024.

A su vez, la administración pública y defensa mostró una baja del 0,8% en un escenario de recortes de personal y ajuste del gasto público. Por último, hotelería y gastronomía cayó 1,0% interanual, reflejando la pérdida de poder adquisitivo y la menor actividad turística.

En conjunto, los datos del EMAE revelan una economía estancada y cada vez más desequilibrada entre sectores dinámicos y sectores en retroceso, con riesgos crecientes para el empleo y la actividad productiva.

BCRA

Los últimos datos del BCRA muestran un deterioro profundo en la situación financiera de las familias argentinas: en septiembre, la irregularidad en préstamos personales alcanzó un récord del 9,9% y la mora en tarjetas de crédito llegó al 7,7%, ambos en máximos históricos.

Estos indicadores llevan más de diez meses de suba continua y triplicaron sus niveles en un año, reflejando un problema estructural en los ingresos de los hogares.
El endeudamiento dejó de ser una herramienta de consumo y pasó a ser un mecanismo de supervivencia para afrontar gastos básicos en un contexto de inflación persistente, salarios rezagados y un Costo Financiero Total que supera el 100% anual.

Se estima que un hogar promedio debe más del 130% de su salario mensual, lo que, sumado a tasas elevadas, vuelve impagables los saldos y convierte el pago del mínimo en una trampa financiera.

A esto se suma la recesión, el aumento de la informalidad y la caída de la calidad del empleo, que reducen aún más la capacidad de pago. Así, mientras algunos indicadores macroeconómicos sugieren una mejora parcial, la economía cotidiana de las familias muestra un escenario de colapso financiero doméstico.

Consumo masivo

Al analizar el consumo masivo en la Argentina en el mes de noviembre del 2025 se puede apreciar que hubo un retroceso del -0,1% en su comparación interanual con noviembre del 2024. Además, si se hace la comparación intermensual, es decir noviembre del 2025 con octubre del 2025, se puede apreciar que también hubo un retroceso del -1,8%.

Dicho retroceso mensual se explica por la caída en Farmacias del -9,4%, de Mayoristas del -6,2%, Supermercados con un retroceso del 2,7%,Autoservicios del -2,3% y Kioscos -0,5. Por otra parte, solamente un rubro no mostró tendencia negativa en la comparación intermensual, Comercio Electrónico 0,7%.

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