Riacho He Hé, viernes pasado – Un lamentable suceso tuvo lugar en la mañana del pasado viernes en el barrio Santa Librada, en la colonia La Frontera, jurisdicción de Riacho He Hé, cuando varios animales vacunos perdieron la vida al electrocutarse en un campo de la zona. El episodio que conmovió a los habitantes de la región pone nuevamente en evidencia las deficiencias en la seguridad del tendido eléctrico en áreas rurales.
El inicio de la tragedia
La tragedia fue descubierta temprano en la mañana, cuando un integrante de la familia productora que reside en el campo encontró una vaca sin vida en cercanías del tambo de ordeñe. La sorpresa inicial fue grande, ya que se pensó que la causa de la muerte podría haber sido la mordedura de una serpiente, común en la región. Sin embargo, al profundizar las observaciones, se descubrió que el fallecimiento del animal fue consecuencia de una descarga eléctrica.
Causas de la tragedia
Según los testimonios de los involucrados, la vaca había entrado en contacto con un alambrado que, a su vez, tocaba un cable del tendido eléctrico que se había caído sobre el corral. Lo alarmante fue que el cable, a pesar de estar caído y visiblemente dañando el entorno, seguía conduciendo electricidad. La descarga no solo mató a la vaca en cuestión, sino que, con el paso de las horas, provocó la muerte de dos animales más, que al acercarse al alambrado también sufrieron el impacto eléctrico.
La respuesta ante la emergencia
Ante el trágico hallazgo, los propietarios del establecimiento se comunicaron inmediatamente con el destacamento de la sección UEAR (Unidad Especial de Apoyo Rural) de la Policía, con sede en la localidad, quienes activaron rápidamente los protocolos de seguridad. En paralelo, se dio aviso a la empresa REFSA (Red de Energía de Santa Fe Argentina) para alertar sobre la situación y pedir la intervención urgente de los operarios. No obstante, la espera hasta la llegada de los técnicos fue larga y angustiante. Durante las casi dos horas que transcurrieron hasta la reparación del cableado, dos vacas más perdieron la vida al entrar en contacto con el alambre electrificado.
Los dueños del campo, visiblemente consternados por lo sucedido, estimaron el daño económico en alrededor de cuatro millones de pesos, una cifra considerable que representa una importante pérdida para la economía familiar. Esta tragedia no solo afecta a los involucrados directamente, sino que también pone en evidencia la vulnerabilidad de las instalaciones eléctricas en zonas rurales, donde las intervenciones y controles de seguridad parecen ser insuficientes.
¿Un problema recurrente?
Este incidente no es aislado. Un hecho similar ocurrió en la localidad de El Espinillo, en la colonia El Ceibo, donde también se registraron muertes de animales vacunos debido a la caída de postes de energía eléctrica. En ese caso, los cables también fueron los responsables de la tragedia, provocando descargas eléctricas fatales para los animales que se encontraban en los campos cercanos.
La repetición de estos sucesos pone en el centro del debate la necesidad urgente de revisar las condiciones de seguridad en el tendido eléctrico, especialmente en zonas rurales y de difícil acceso, donde el mantenimiento y las reparaciones no siempre se realizan con la celeridad necesaria. La caída de cables en campos productivos no solo afecta a la fauna, sino que también pone en peligro a las personas que habitan en estos lugares, haciendo aún más apremiante la cuestión de la seguridad eléctrica.
Un llamado a la acción
Los productores afectados hicieron un llamado a las autoridades competentes para que se implementen medidas más eficaces de control y mantenimiento del tendido eléctrico, de modo que tragedias como esta no vuelvan a ocurrir. En un contexto donde la actividad agropecuaria es una de las principales fuentes de ingreso de muchas familias en la región, situaciones como la vivida el viernes pasado son un golpe devastador tanto en lo emocional como en lo económico.
Mientras tanto, los damnificados continúan lamentando la pérdida de sus animales, que no solo representaban un importante activo económico, sino también parte fundamental de la vida cotidiana en el campo.
Este hecho resalta la importancia de trabajar para prevenir accidentes de este tipo, para evitar que otras familias rurales tengan que vivir una experiencia similar, y subraya la necesidad de mejorar los estándares de seguridad en la infraestructura eléctrica, especialmente en zonas alejadas, donde el riesgo sigue latente.
