El juez Civil y Comercial Federal Alejandro Patricio Maraniello, que levantó su perfil al exigir el cese de la difusión de los audios de Karina Milei grabados en Casa Rosada, había sido acusado por una entidad gremial por abuso de poder, acoso sexual y el supuesto desvío de fondos para una organización judicial que preside.
Las denuncias llegaron cuando Maraniello se postulaba para ascender a camarista, en 2024. En total, se abrieron contra él seis expedientes, que volvieron a moverse el 19 de agosto de este año, cuando el Consejo de la Magistratura lo notificó formalmente para que haga su descargo.
De acuerdo al procedimiento, Maraniello tiene un plazo de 20 días para ejercer su defensa por escrito, para designar abogado, ofrecer pruebas y manifestar lo que considere pertinente.
El juez, ahora conocido por la sentencia a favor del Gobierno, había recibido las acusaciones por parte de la la Asociación de Empleados y Funcionarios del Poder Judicial (AEPJN). Entre los expedientes que se le abrieron, está el testimonio de una empleada que declaró haber sido hostigada por el juez desde que empezó a trabajar en su juzgado. La mujer había revelado que aceptó salir con el magistrado fuera del ámbito laboral por temor a perder su empleo, ocasión en la que, según figura en la denuncia, fue víctima de tocamientos no consentidos.
“El Gobierno buscaba a un magistrado que les firme esto y encontraron a uno muy desesperado por su futuro”, le dicen a NOTICIAS fuentes judiciales sobre Maraniello. De hecho, había mucho enojo en Tribunales por la decisión del juez federal de dictar el cese de la difusión de los audios de Karina. “Imaginate que Rial se rebele y los publique. ¿Qué pasaría? ¿Quién se va a hacer cargo de las consecuencias? No tiene argumentos para lo que hizo”, agregan.
Según los fundamentos de Maraniello, “el derecho a la libertad de expresión debe ceder ante las graves repercusiones que podría conllevar la difusión” de los audios de la hermana del Presidente, Javier Milei. El argumento tiene una debilidad: el juez reconoce no estar en conocimiento del contenido de los audios, por lo cual sería imposible que supiera cuán gravosa puede ser su publicación.